jueves, 26 de enero de 2017

Miguel Hernández, urgente. (I) (corregido)

(Disculpas a los lectores: por un lapsus indiqué que la muerte del poeta había acaecido el 28 de enero, cuando en realidad tuvo lugar el 28 de marzo). 

Urgente en dos sentidos: el próximo 28 de marzo se cumplen los 75 años de la muerte del poeta en la cárcel de Alicante, lo que hace necesario,  por lo menos, el recordatorio. La próxima semana le dedicaremos una entrada más extensa donde incluiremos las referencias a los fondos bibliotecarios que tenemos de él y sobre él.

Y sobre todo es urgente su poesía, su compromiso, sus palabras valientes y cálidas, en un momento en el que por lo menos debemos alzar la voz ante la injusticia y la podredumbre que parece que todo lo corroe.
Y en este sentido, los versos de un gran poeta son a la vez bálsamo y estímulo, la tabla de salvación a la que agarrarnos en las tormentosas aguas por las que navegamos.


El célebre retrato de Miguel Hernández, obra de Buero Vallejo

Vayan dos poemas suyos como homenaje.


                                                      Como el toro he nacido para el luto
y el dolor, como el toro estoy marcado
                                                      por un hierro infernal en el costado
                                                      y por varón en la ingle con un fruto.

Como el toro lo encuentra diminuto
                                                      todo mi corazón desmesurado,
                                                      y del rostro del beso enamorado,
                                                      como el toro a tu amor se lo disputo.

Como el toro me crezco en el castigo,
                                                      la lengua en corazón tengo bañada
                                                      y llevo al cuello un vendaval sonoro.

                                                      Como el toro te sigo y te persigo,
                                                      y dejas mi deseo en una espada,
                                                      como el toro burlado, como el toro.  






Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.

Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.

 

miércoles, 18 de enero de 2017

Sobre el nombre de la biblioteca….

 Pues sí, lo más seguro es que muchos no lo sepan, pero nuestra biblioteca tiene nombre: está dedicada a la memoria de uno de nuestros alumnos…. Andrés García Fernández.


 Parece  como si al Tirso lo persiguiera un destino trágico que periódicamente nos pusiera frente a la muerte, una muerte que nos ha golpeado siempre temprano y nos ha arrebatado a algunos  entrañables compañeros … Maicol Jiménez, Carlos Palomino o  Richard Chusig son algunos nombres que nos recuerdan que entre los alumnos de este centro la barbarie de la violencia se ha cobrado periódicamente sus víctimas, a veces bajo el signo de las bandas latinas, a veces bajo el signo de la sinrazón fascista, como el caso que hoy nos ocupa.


La placa con el nombre de la biblioteca.


Andrés García Fernández  era uno de esos alumnos; murió asesinado por una cruel casualidad: una mirada furtiva y quizá la elección del camino equivocado fueron la única provocación que medió entre él y el cuchillo de su agresor.  El clima de agitación política y social que se vivía en  aquellos años hacía propicia la actuación descontrolada de bandas fascistas, y baste recordar que solamente dos años antes, en 1977, se había provocado la matanza de los abogados de Atocha. Los miembros de una de estas bandas fueron los que vilmente segaron la vida de Andrés,  el 29 de abril de 1979.  

(Enlace a la hemeroteca del ABC con la noticia de la captura de sus asesinos, aquí)

En estos tiempos en los que se pretende que olvidemos, en los que se nos escamotea la verdad, en los que se quiere enterrar la historia y someternos a la ignorancia,  nosotros levantamos el nombre de nuestro compañero, el nombre de nuestra biblioteca,  el nombre de nuestra memoria en contra de la barbarie, de la sinrazón, del embrutecimiento del que han sido víctima nuestros alumnos a lo largo de estos años.  
Hagamos de la lectura  nuestra mejor y única arma contra la violencia. 

(Si queréis leer un poco más sobre las circunstancias de la muerte de Andrés, pinchad aquí )

miércoles, 11 de enero de 2017

Care Santos y sus novelas juveniles.

Dedicamos esta nueva entrada del Blog a la reciente ganadora del premio Nadal de novela, con su "Media vida".



De su extensa producción literaria, en nuestra colección podréis encontrar algunas de sus novelas para lectores juveniles: de las que más aceptación tiene entre nuestros lectores es "Bel: amor más allá de la muerte"


La novela cuenta la historia de Bel, una joven de 16 años que regresa a casa después de sufrir un grave accidente en un parque de atracciones. Antes de llegar a la mitad del primer capítulo conocemos el gran secreto de la protagonista: está muerta. A partir de este momento, la historia se articula como un thriller en el que Bel deberá averiguar la causa de su muerte y las razones por las cuales su espíritu permanece ligado a la vida terrenal. Todo ello la conducirá a una aventura donde el amor y la venganza son los únicos protagonistas.


De "Los ojos del lobo", interesante novela de intriga, su propia autora ha dicho:



"La historia se cuenta, no desde la perversidad del malo, sino desde la desazón del bueno. No me interesaba explicar qué sienten los asesinos. Quería intentar ponerme en la piel de la desesperación que sienten los que buscan a alguien querido. El hermano, la prima, la mejor amiga, la madre, la tía, el novio, y así hasta casi un centenar de personas próximas a la chica desaparecida. Quería acercarme a ellos. De eso trata la novela: de una búsqueda desesperada."


Además de estos, los otros títulos de la autora que podéis encontrar en la biblioteca son "Dos lunas", "Mentira", "Laluna.com" y "El dueño de las sombras"